Hace no mucho, cuando se hablaba de la elección de un fotoprotector, no se tenía muy claro el conjunto de factores que había que tener en cuenta. Sin embargo, a día de hoy el panorama ha cambiado bastante. Y es que no solamente hay más información sino que esta está accesible y es entendible para todo el mundo.
De hecho, incluso algunos términos que pueden resultar complejos como filtros físicos o filtros químicos, tienen una gran documentación en la red de redes. Sin embargo, nosotros queremos aportar nuestro pequeño grano de arena al respecto, estableciendo los paralelismos y las diferencias de ambos. Eso sí, para finalizar, daremos nuestra propia opinión a modo de conclusión.
Cuando hablamos de filtros físicos, en realidad estamos hablando de una especie de pantallas que reflejan la luz solar. Hay que decir que este tipo de filtros tienen una ventaja principal sobre todo para los más pequeños de la casa, y es que no pueden ser absorbidos por la piel de estos. Esto es muy importante ya que el organismo de las niñas y de los niños de corta edad no se va a ver en ningún momento contaminado por ningún tipo de componente.
Sin embargo, como desventaja hay que hablar de la parte cosmética de los mismos. Y es que los filtros físicos suelen tener texturas que no están muy conseguidas haciendo que la piel tomé un tono blanquecino y con apariencia de embarrado.
Hay que añadir que dentro de los filtros físicos no son pocas las compañías las que están invirtiendo muchos recursos para conseguir que esta desventaja poco a poco vaya desapareciendo. De hecho están trabajando con nanoparticulas de manera que el aspecto de la persona que los utilice sea mucho más atractivo.
Por profundizar un poco más en los filtros físicos hay que decir que los principales son el óxido de zinc, el óxido de hierro, la mica, el dióxido de titanio, el talco o el caolín. Todos ellos, pueden alcanzar un factor de protección 50+ por lo que pueden ser utilizados incluso por aquellas personas que necesitan una protección completa desde todo punto de vista durante todo el día.
En esencia se podría decir que los filtros químicos captan la energía proveniente del sol y la convierten en un tipo de energía que es totalmente inofensiva para nuestra piel. Por poner un ejemplo muy claro, y que resulta muy ilustrativo, estos filtros que nos ocupan ahora, transforman la radiación ultravioleta en una forma de energía calorífica.
Hay que decir que como principal ventaja, y al contrario que sucedía con los filtros físicos, estos filtros químicos son muy agradables desde el punto de vista estético. Están integrados en cremas que se absorbe muy rápidamente y que no dejan ningún tipo de rastro. Pero claro, no es oro todo lo que reluce y por ello los filtros químicos presentan un gran inconveniente. Este no es otro que precisamente la facilidad con que se absorbe a través de la piel. Una absorción que puede dar lugar a algunas alergias debido a la gran cantidad de componentes con que están confeccionados.
Dicho esto no es complicado comprender que aquellas personas que presentan ciertos problemas en la piel, como algún tipo de dermatitis, no los tomen como su primera alternativa a la hora de protegerse del Sol.
Entonces, ¿cuáles son mejores a la hora de protegernos del Sol?
Como suele decirse, opiniones habrá para todos los gustos. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, los filtros físicos son más convenientes. Hay que tener en cuenta que sobre todo en las pieles más jóvenes vamos a poder evitar reacciones alérgicas indeseables.
Además, al repeler directamente la reacción ultravioleta, y no transformarla en calor, también se va a evitar un desmedido aumento de la temperatura corporal que en muchas ocasiones puede no ser conveniente.
A todo esto hay que sumar que con el paso del tiempo se están desarrollando nuevos filtros físicos con un aspecto cosmético mucho más evolucionado. Con esto queremos decir que será cuestión de tiempo que estas lociones formadas por filtros físicos no dejen la piel totalmente blanquecina.
Aun así, y como recomendación final, hay que decir que a la hora de elegir una loción fotoprotectora, no solamente que tener en cuenta los tipos de filtros que esta incorpora sino también otros factores que puede ser igualmente importantes.