La piel, por el mero hecho de estar en permanente contacto con el exterior, merece un cuidado especial. No en vano, son múltiples los estudios los que certifican que una piel cuidada de manera óptima es sinónimo de evitar una gran cantidad de infecciones. Incluso se sabe que el estado de piel puede evidenciar otros problemas en nuestro organismo. Por todo ello el cuidado de la piel no solo debe limitarse a la aplicación de una crema para la cara que realice una función hidratante o protectora sino que también implica saber cómo aplicar esa crema para aprovechar sus efectos al máximo. Una acción, dicho sea de paso, que no todo el mundo sabe llevar a cabo.
Los 5 consejos que te vamos a dar a continuación van a permitirte aprovechar al máximo las propiedades de la crema que utilices, proteger tu piel de manera óptima y no gastar más de lo necesario.
La limpieza del cutis, previa a la aplicación de tu crema favorita, es de vital importancia. De ahí que no sirva únicamente utilizar agua y jabón. Puede ser que la apariencia sea de limpieza pero siempre quedan impurezas incrustadas propias de un ambiente contaminado como en el que vivimos la mayoría de las personas. Nosotros siempre recomendamos hacer uso de un limpiador facial libre de productos químicos junto con un exfoliante. Estos dos elementos nos permitirán llevar a cabo una limpieza en profundidad y devolver a nuestra piel un estado natural perfecto para recibir la crema que necesitemos en ese momento.
La aplicación de estos dos productos, primero el limpiador facial y posteriormente el exfoliante, debe llevarse a cabo con la ayuda de una pequeña esponja con la que retiraremos tanto el exceso de maquillaje como las impurezas mediante suaves pasadas en línea recta.
Se podría pensar que cuanta más crema apliquemos en nuestra piel mayores beneficios tendremos. Sin embargo, esto no es así en absoluto. De hecho, nuestra piel tiene un nivel de admisión por lo que, una vez que saturemos dicho nivel, no solo no obtendremos más beneficios sino que lo que estaremos haciendo será desperdiciar producto.
Sigue siempre las indicaciones del fabricante y, en el caso de que estas no estén disponibles, observa a tu piel. Ella te dirá cuál es el momento perfecto para dejar de aplicar producto. Debes tener en cuenta que si los elementos activos de la crema son de calidad, no será necesario aplicar una gran cantidad para notar sus efectos.
Es bastante común observar cómo aplicamos la crema por todo nuestro rostro sin orden ni concierto. Sin embargo, hay que decir que es conveniente seguir un orden para que todos los rincones de nuestra cara noten los beneficios del producto que estamos utilizando.
El primer paso es limpiar el rostro, tal y como ya hemos comentado, y aplicar la crema evitando que esta llegue a la zona de los ojos y del cuello. La aplicación de ésta, debe hacerse realizando suaves movimientos circulares para conseguir una absorción progresiva. En segundo lugar, y siempre con una crema especial para el contorno de ojos, aplicaremos el producto por esa zona. El movimiento será semicircular, siguiendo la línea del propio contorno. Para terminar, el cuello será nuestro siguiente objetivo.
Ahora que ya sabes cómo aplica tu crema en tu cara, decir que uno de los momentos más importantes es en el que te decides por una de ella. Como recomendación general, y para cerrar estas líneas, decirte que son tantos los beneficios que conlleva tener una piel sana, que merece la pena invertir un poco más de dinero. Ten en cuenta, además, que una crema hidratante de calidad te puede durar hasta tres meses.