El bisfenol, en esencia, no es otra cosa que un compuesto disfuncional formado por dos fenoles y que esta presenta en la inmensa mayoría de los plásticos que conocemos hoy en día.
Desde el año 1930 ya se comenzó a sospechar de los efectos perjudiciales que tenían sobre el ser humano. Unas sospechas que la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos) corroboró en el año 2010 y que hizo que la sociedad se concienciara mucho más sobre este problema y la relación directa que tenían con él día a día.
Sin entrar en cuestiones excesivamente técnicas, podríamos asegurar que la gran mayoría de los envases de plástico contienen bisfenol, más concretamente busfenol-A. Los plásticos sintéticos, al fin y al cabo, no son otra cosa que derivados del petróleo. Unos plásticos que se caracterizan por su reducido coste de fabricación. Esta es la principal razón por la que se siguen utilizando.
Si bien es cierto que los grandes fabricantes de cosméticos no dan mucho crédito a los informes de aquellos organismos que aseguran que el bisfenol-A tiene muchos perjuicios para el ser humano, la realidad es bien distinta.
. Tanto el sistema reproductor masculino como el femenino se pueden ver afectados por este compuesto. En el primero de los casos por una reducción en la calidad de los esperamatozoides y en el caso de las mujeres debido a una falta de maduración de los óvulos.
El cerebro no se comporta del mismo modo como consecuencia del bidfenol-A. Ansiedad, estrés, depresión y degeneración en las conexiones neuronales son los principales problemas. A estos hay que sumarle uno muy interesante que no es otro que el de la afectación en la conducta materna en el caso de la mujer.
La presencia del bisfenol-A está relacionada con el aumento de los lípidos en la sangre lo que puede tener como consecuencia directa un mayor riesgo a la hora de que se produzcan problemas de tipo coronario.
El compuesto que nos ocupa hoy está descrito como antagonista de la hormona tiroidea. No en vano está considerado como un disruptor endocrino. Esto no hace otra cosa que alterar la segregación de esta hormona provocando cambios de humor, aumentos de peso descontrolados y un largo etcétera.
La metabolización del bisfenol-A puede dar lugar a un desarrollo anormal de las células lo que puede provocar diferentes tipos de cánceres si bien es cierto que el más estudiado en este sentido es el de próstata.
La alternativa es más que evidente y solo pasa por utilizar envases de plástico natural como los que utilizamos en Aynara Secret. Estos plásticos son derivados de origen vegetal, entre los que podemos destacar la celulosa o el caucho. Sus componentes son 100% biodegradables aunque, por el contrario, se tiene el inconveniente de que su fabricación es algo más cara.
Sin embargo, si tenemos en cuenta la durabilidad de los cosméticos que hay en su interior, parece que la inversión en un envase algo má caro, que afecta de manera directa a nuestra salud, puede merecer la pena.