Si ha habido un sector que ha crecido de manera exponencial en los últimos 50 años, este es el de la higiene íntima femenina. Una evolución que no solo le ha permitido a las empresas correspondientes incrementar de manera notable sus beneficios, sino que al mismo tiempo, ha permitido que muchas mujeres mejoren de manera sensible su calidad de vida.
Sin embargo, como no podía ser de otro modo, cuando las grandes corporaciones obtienen una alta rentabilidad, siempre hay que ver la otra cara de la moneda. Una cara, algo oscura en este caso, que tiene que ver con la inclusión de componentes perjudiciales para la salud de las mujeres dentro de algunos productos como compresas, tampones, lociones o jabones íntimos.
Pero, para concretar más todo este escenario, vamos a pasar a enumerar algunos de los componentes más peligrosos de los que nos podemos encontrar en estos productos que hemos mencionado.
Si hay un elemento que está causando estragos, este es el glifosato. Según algunos estudios recientes, este componente está presente en la inmensa mayoría de los pesticidas utilizados en todo el planeta. Un pesticida, patentado por Monsanto, que se ha encontrado en el 85% de las plantaciones de algodón a nivel mundial por lo que las autoridades adviertes que está presente, en cantidades variables, en algunos productos como las compresas o los tampones.
· Parabenos. La presencia de parabenos, si bien es cierto no es nueva dentro del mundo de la cosmética, alcanza unas cotas preocupantes dentro de la higiene íntima femenina. Y es que ahora se sabe que este componente, utilizado como conservante en las lociones que utiliza cualquier mujer a día de hoy, está presente en el 90% de las mismas.
· Benzofenomas. Asimismo, y sin abandonar el tema de las lociones, hay que hacer hincapié en la presencia de otro compuesto químico como es el caso de las benzofenomas. Un compuesto que a pesar de haber sido creado para incorporar protección UV a dichas lociones, también implica una serie de riesgos más que evidentes, para la salud femenina.
· Sustancias cancerígenas. Por otro lado, y esto ya sería una lista un poco más extensa y variable en función del producto en sí, se sabe que son muchos los compuestos que se han relacionado con el cáncer, los que se utilizan para la fabricación de fibras sintéticas. Unas fibras que van a parar a compresas y tampones son todo lo que ello implica.
No obstante, todo esto podría tratarse de un exceso de celo, sin más, por parte de las consumidoras, sino fuera porque existen estudios e informes oficiales que refrendan y corroboran todo lo que hemos dicho en estas líneas.
Desde la década de los 70 ya se venía advirtiendo esta situación. Más concretamente la FDA (la agencia de alimentos y medicamentos) anunciaba que un total de 50 mujeres estadounidenses habían fallecido por infecciones asociadas al uso de tampones.
Sin marcharnos del continente americano, ahora en su cono sur, tenemos que decir que la Universidad Nacional de la Plata, hace dos años, ha llegado a la conclusión de que el 85% del algodón mundial está contaminado con glisofato. Una conclusión que nadie ha rebatido por lo que se considera 100% fiable.
El uso habitual de estos componentes tiene unas consecuencias directas dentro de la salud de la mujer. Unas consecuencias que, por supuesto, no se dan en todas las mujeres pero que supone un factor de riesgo en los problemas que vamos a comentar a continuación.
· Aumento en el sangrado menstrual. La primera consecuencia directa que se ha observado en las mujeres que han estado sometidas a estos componentes es un aumento en el sangrado menstrual. Un desorden que puede derivar en otros problemas como anemia crónica, debilidad general, fatiga crónica o incluso deficiencia de vitaminas y minerales.
· Infertilidad. Este es un problema que para aquellas mujeres que exceden de los 35 años puede llegar a ser algo bastante grave. Y es que si unimos el factor de la edad al uso de estos componentes que hemos descrito hoy, la infertilidad es un escenario que se puede dar, sin lugar a dudas. Un problema que no tiene tratamiento posible y que puede derivar en profundos problemas de carácter psicológico a la mujer que lo padece.
· Desórdenes hormonales. Si algo tienen en común todos los componentes de los que hemos hablado es que son disruptores endocrinos. Con ello lo que queremos decir es que producen desórdenes en nuestro organismo que pueden revestir una cierta gravedad. Se puede adelantar la menopausia, se pueden experimentar cambios de humor, sofocaciones e incluso problemas de tiroides.
· Cáncer. Como caso extremo, y a pesar de que esto siempre hay que tratarlo con cierta cautela, el cáncer es algo que siempre va a estar presente. No son muchos los casos que se han estudiado pero es cierto que tumores de útero o de ovarios pueden estar relacionados con el uso de estos productos.
Por supuesto que existen alternativas a las compresas, tampones y salvaslips. De eso no hay duda. Unas alternativas mucho más seguras ya que su composición no implica el uso de todos estos compuestos directamente perjudiciales para las mujeres.
Y es que, de lo que se trata es de poder tener una higiene que no tenga una contraprestación tan severa como la que hemos tratado hoy. Por todo ello, ahora más que nunca, la cosmética natural se está haciendo un hueco dentro de las grandes corporaciones con productos como los que recomendamos aquí.